Los entornos de trabajo caracterizados por la positividad y la ausencia de quejas permiten a las compañías obtener resultados favorables, crecer y desarrollar un modelo de empresa exitoso. Las empresas deben implicarse en construir ambientes laborales que promuevan la felicidad, poniendo a disposición de su público interno las herramientas necesarias para crecer, no solo profesionalmente, sino también personalmente.
Los beneficios en la cuenta de resultados de las empresas que buscan entornos laborales que promueven la felicidad supone una ventaja competitiva, puesto que incrementa la productvidad, genera engagement y permite alinear los objetivos y valores de los empleados con los de la compañía.
La vorágine diaria a la que se ven sometidos los empleados, tanto en el puesto de trabajo como en la vida personal que caracteriza a las sociedades hiperconectadas, hace necesario tomar conciencia del momento y controlar aquellas reacciones y respuestas inconscientes que merman la capacidad de disfrutar y aprovechar las actividades. Para ello es necesario poner en práctica iniciativas de “reprogramación mental” que contribuyan al bienestar y satisfacción con uno mismo. En una palabra: la felicidad.
En este sentido, Pablo Claver, escritor, conferenciante internacional sobre Emprendimiento y Felicidad laboral y premio al mejor emprendedor del año en España en 2005, afirma que, por un lado, la empresa debe generar pasión y poner al servicio del empleado recursos, conocimiento y herramientas para promover e impulsar el cambio. Las compañías pueden y deben apostar por la felicidad de sus empleados, analizando cuáles son las posibles causas de infelicidad o frustración de los equipos.
Así, la puesta en marcha de iniciativas experienciales que permitan la interacción entre los empleados, fomentar las relaciones personales y las dinámicas de equipo, apostar por la capacitación, tanto profesional como personal, favorecer la creatividad y aprovechar el conocimiento y habilidades de los trabajadores como opciones formativas para el resto de compañeros, son algunas de actuaciones que se pueden promover desde las compañías para crear entornos de trabajo positivos.
Por otro lado, es fundamental el trabajo personal, el autoliderazgo y la constancia para obtener resultados existosos y afrontar las situaciones, favorables y adversas, con una actitud positiva y de desarrollo. Así, la iniciativa propia resulta necesaria para obtener crecimiento profesional y personal:
- Educar la mente en positivo
- Poner en práctica técnicas de gestion de estrés
- Focalizar el pensamiento solo en los problemas reales
- Gestionar el tiempo de un modo más eficiente
- Trabajar las relaciones de colaboración y el networking
- Analizar las valoraciones como críticas constructivas a partir de la escucha activa
- Desarrollor la empatía y la asertividad contribuyendo al binestar
- Capacitarse, innovar y trabajar su empleabilidad, aprovechando los conocimientos en todos los ámbitos de relación