Ya ha pasado mucho tiempo desde que los smartphones apareciesen en nuestra vida para convertirse, en muchos casos, en la extensión de nuestro brazo y, en estos días, se hace raro pensar en una vida alejada del uso de estos inventos a los que tan acostumbrados estamos. Sin tener conciencia de ello, solemos meternos en Internet a todos horas y para todo. Desde enviar un mensaje a nuestra familia para ver cómo están, hasta hacer transferencias de dinero o conocer la actualidad y estar al día de lo que está sucediendo.
Así, el desarrollo de nuevos dispositivos móviles, unido a la introducción de las redes sociales en la vida cotidiana de los lectores, ha transformado la forma en la que los individuos se relacionan y comunican y, como era de esperar, ha cambiado la forma en la que los ciudadanos consumen información.
A cada persona le gusta consumir la información de una forma específica, y sería una pena que los medios de comunicación no se dieran cuenta de ello. Por ello, es necesario que los periodistas aprendan a utilizar cada uno de los soportes y de las aplicaciones que existen hoy en día, así como que aprendan a comunicar una misma noticia en cada una de estas plataformas para que llegue al mayor número de personas posible.
Ya no vale sólo con informar, sino que ahora hay que conocer a los lectores, saber qué es lo que quieren consumir y cómo quieren consumirlo. Si quieren un vídeo, una fotografía o si quieren un único titular corto y directo.
Además, en un mundo en el que prima la actualidad y la inmediatez, ayudarse de estas herramientas para ser el primero en contar una noticia es la idea más útil que se puede aprender. Más adelante, todos los medios podrán analizar con detalle los hechos y explicarlos detenidamente, pero la rapidez para adelantarse a los demás ya no se consigue con el papel y el boli.
Carmela Ríos es una periodista que ha sabido entender cómo han evolucionado sus lectores y ha hecho de las redes sociales su principal herramienta para comunicar. Si el cierre de la CNN fue su primera crónica tuiteada, al darse cuenta de que para informar solo necesitaba un móvil y conexión a Internet, con el 15-M demostró cómo se puede cubrir una noticia a través de las redes sociales.
Aunque Twitter e Instagram aportan mucha utilidad al posibilitar la subida de texto, fotos y vídeos, no son las únicas redes en las que un periodista se puede apoyar. La revolución llegó en 2015 con la aparición de Periscope, una herramienta propiedad de Twitter que permite a sus usuarios realizar vídeos en streaming, de forma que otros usuarios pueden visualizarlos en vivo y en directo. Desde este año, Facebook también se ha subido al carro y ofrece este servicio.
Lo que queda claro es que el Periodismo ha cambiado y es nuestro deber adaptarnos. No podemos calcular la vigencia que tendrán estas herramientas, aunque sí sabemos que vienen pisando fuerte, pues las redes sociales se han convertido ya en plataformas de contenidos a través de las cuales medios como The New York Times han establecido alianzas para distribuir sus artículos.