El mes de septiembre, la vuelta al cole, no tiene por qué ser tormento; también nos presenta nuevas oportunidades en especial en el mercado laboral.
El fin del verano no sólo lo marca el calendario; además nos lo recuerda los anuncios de la tele para empezar a hacer infinidad de colecciones, el cambio de las fotos del perfil de WhatsApp que dejan atrás ya las paradisiacas playas, o el tráfico que cada día aumenta por la mañana.
El próximo mes simboliza un punto de inflexión para muchas cosas, no sólo en lo referente a nuevos hábitos y propósitos, sino también afecta a una nueva realidad laboral propiciada por la toma de decisiones post vacacionales para afrontar nuevos proyectos o bien superar con éxito el cierre del año.
Se nos ofrece entonces un escenario donde podemos acceder y participar en procesos de selección donde la comunicación juega un papel decisivo.
Por comunicación no sólo me refiero al CV escrito que debe reunir las características necesarias para poder convencer a la primera en una lectura rápida, sino también influye el perfil en Redes Sociales, las conversaciones en que hayamos generado en estos canales y, cómo no, la comunicación presencial cara a cara en una entrevista.
Resulta evidente que es imposible NO comunicar; todo lo que hacemos se refleja en nuestra comunicación verbal y no verbal, por lo que debemos tener previsto cómo vamos a manejar la comunicación para lograr nuestros objetivos.
Comparto algunos consejos que nos pueden ayudar a utilizar correctamente nuestra actitud comunicativa en una entrevista de trabajo.
- Prepárate: conoce la empresa y sus necesidades.
- Prepárate II: ensaya las respuestas adecuadas que describan tu trayectoria, pero ten cautela y sé previsor; imagina también hasta la peor de las preguntas que podrían hacerte.
- Una imagen vale más que mil palabras. Cuida la forma de vestir y el saludo inicial. Los primeros segundos son críticos para formar una opinión sobre cualquier persona.
- Escucha mucho: escucha con tus oídos y con tu cuerpo.
- Sonríe amablemente. Más batallas se han ganado con una sonrisa que con la espada.
- Mira a los ojos.
- Piensa con precisión. Reflexiona antes de contestar. Recuerda que la respuesta de tu interlocutor puede ser su primera preocupación.
- No abrumes con mucha información. No es necesario que demuestres todo lo que sabes. La locuacidad puede penalizarte.
- Al finalizar, agradece el tiempo que te han dedicado y cuida la despedida.
- Mantén el contacto posterior; un email puede ser tu aliado para mostrar de nuevo tu interés.