La aparición de personajes famosos en campañas benéficas no es ninguna novedad. Muchas organizaciones aprovechan el tirón de las celebridades para aunar apoyos en su causa. Lo cierto que es que la mayoría de las veces esta colaboración funciona. Estos famosos pueden participar en las campañas como colaboradores o portavoces.
Según la revista Behind the Spin, los profesionales de las Relaciones Públicas tienen que estar preparados para manejar cualquier situación que se produzca con estas personalidades. Lo ideal es que el personaje elegido tenga conciencia del problema que se está tratando y además quiera ayudar. Si no pueden darse situaciones como la que sucedió en 1997 con Naomi Campbel. La modelo participó en una campaña en contra del uso de pieles en el diseño de moda. Meses después apareció en un desfile vestida con ellas. La explicación de su agente fue que ella solo se inscribió en la iniciativa, no que fuera actuar a su favor. Un claro error en la gestión de imagen de celebridades en campañas sociales.
Pese a todo si se gestiona bien, puede mejorar el impacto de la campaña. Además de saber trabajar con la imagen de famosos en medios sociales, en esta época se abre un nuevo reto. Se trata de la presencia de las campañas en medios sociales digitales. La principal ventaja de que las organizaciones sin ánimo de lucro se conecten a estos medios es que pueden mantener una conexión directa con sus colaboradores. Gracias a esta comunicación, las organizaciones pueden compartir su trabajo y sus proyectos con cualquiera que esté interesado.
Según el blog Behind the Spin, Facebook es más adecuado para promover eventos, obtener colaboradores y crear grupos de presión. Twitter es mejor para dar a conocer proyectos o problemas y crear debates alrededor de ellos. En cuanto a la recaudación de fondos, los medios sociales todavía no han sido muy explotados, tal vez por que pueda incitar más desconfianza.