Dos informes recientemente publicados muestran el avance de la transformación digital en España, con mejorías significativas sobre todo en el nivel de digitalización de los servicios públicos y en la integración tecnológica de las empresas, en particular, de las pymes. Así lo constata el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI), que gestiona Red.es, en su Dossier de indicadores del Índice de Economía y Sociedad Digital (DESI).
Según este informe, España ha mejorado su posición global en relación a 2016 y se coloca en el puesto número 14, con una puntuación de 0,54 y por encima de la media de la Unión Europea (0,52 puntos). En 2016 España ocupaba la posición número 15, con 0,51 puntos. Las cinco dimensiones para medir el grado de digitalización son conectividad, capital humano, uso de internet, integración de la tecnología en las empresas y servicios públicos digitales.
A su vez, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha presentado al ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, el Plan Digital 2020: la digitalización de la sociedad española, en el que los empresarios proponen 215 medidas para incrementar un 3,2% el PIB en 2020 y generar 250.000 empleos nuevos, siempre que se revitalicen tres pilares básicos: Educación, Innovación y Emprendimiento.
Las propuestas de la CEOE tienen como objetivo sumar a España al conjunto de países europeos líderes en digitalización. Para ello, los empresarios ven necesario mejorar nuestra posición relativa en dos índices concretos: el índice NRI (Networked Readiness Index), donde se pretenden situar a España entre los 20 primeros puestos; y el índice DESI (Digital Economy and Society Index), donde España debería estar entre las 10 primeras posiciones.
La transformación digital es un proceso irreversible y necesario, clave para reforzar la competitividad, impulsar el crecimiento, crear empleo, sostener los beneficios sociales y aumentar la calidad de vida.
En ATREVIA ayudamos a las empresas y a las marcas a comunicar y a posicionarse en el nuevo entorno digital y a usar la tecnología como herramienta para una gestión más eficaz y una mejor gobernanza de las compañías. En una era caracterizada por la omnipresencia de las redes sociales y la sobreinformación, las marcas han de prestar una atención especial a la gestión de la reputación.
Asimismo, a nivel interno, en las empresas se está produciendo una transformación de los modelos de aprendizaje y un cambio cultural que generan innovadoras formas de trabajar, más centradas en aprendizajes colaborativos y sociales. Las organizaciones deben diseñar recursos y herramientas que potencien el talento de sus equipos de trabajo, lo que plantea desafíos a los departamentos de Recursos Humanos, y tienen asimismo importantes retos comunicativos, tanto internos como externos.