La revista MIA ha publicado un reportaje en el que incluye una entrevista a Yolanda Román, directora de Asuntos Públicos de ATREVIA.
El reportaje de Vicente Bustillo, titulado «El marido de la presidenta», se pregunta sobre lo que sabe la gente de lo que hay detrás de grandes mujeres como Angela Merkel o Dilma Rousseff. Y en el caso de España afirma que de las cuatro presidentas autonómicas que hay, Cristina Cifuentes, Susana Díaz, Francina Armengol y Uxue Barkos, seguramente nadie sabrá ponerle cara a sus maridos.
Incluimos aquí la opinión de Yolanda Román.
Hacia un mayor protagonismo
Aunque las funciones de los cónyuges estén aún por definir, los expertos coinciden en que aumentarán con los años y evolucionarán a un modelo unisex. “Es una realidad obvia que es algo muy novedoso en España”, señala Yolanda Román, directora de Asuntos Públicos en la consultora de comunicación ATREVIA. “Podríamos aventurarnos a decir que el entorno del candidato va a cobrar más importancia”. Eso sí: está por ver aún cuál será ese papel. Y, de momento, nadie se atreve a dibujarlo.
“La participación de la pareja y la familia del candidato es una estrategia más de campaña que ayuda a forjar la imagen de un político. Es cierto que no forma parte de la cultura electoral española, pero creo que eso cambiará. El entorno del candidato va a cobrar más importancia, puesto que la persona ya toma más peso que las siglas de su partido. La participación del cónyuge da una imagen de cercanía al ciudadano. Es algo que genera empatía. El candidato no sólo es un político: también es una persona con una familia y unas preocupaciones. A través de su entorno, el político nos muestra su modelo de sociedad. En este sentido, yo creo que llegará un momento en el que también la figura del marido de una candidata se utilice políticamente. ¿Por qué pienso que no se utiliza con normalidad? Yo creo que ese puesto de acompañante lo han ejercido hasta ahora casi exclusivamente mujeres. Cuando lo tiene que ocupar un hombre, se siente fuera de lugar. Pero creo que poco a poco los hombres van a ir asumiendo ese papel con naturalidad. Por otro lado, ellos van a contribuir a romper el estereotipo que equipara al acompañante con una figura ‘florero’. La tendencia es que los candidatos tengan a su lado a una persona con trayectoria profesional y no un simple ‘florero’, que más bien otorga una imagen negativa (salvo en sectores muy conservadores)”.
El reportaje completo, publicado en la sección de Actualidad de la revista MIA, y en el que participan también Diego Crescente, socio de MAS Consulting Group, y Marina Fernández, directora de relaciones institucionales de la Escuela Internacional de Protocolo, se puede descargar aquí.