Un móvil capta mediante una cámara la panorámica de la calle y la superpone en el callejero digital. Un dinosaurio camina junto a los niños en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid. ¿Magia? ¿Brujería? No, son dos de las muchas posibilidades que brinda la tecnología de la realidad aumentada, que permite combinar el mundo real con elementos del ámbito virtual. Un universo maravilloso para el que sólo hace falta un dispositivo (smartphone, tableta, videoconsola) con una pantalla, una cámara, un software de realidad aumentada y unos activadores. La abrumadora respuesta al juego Pokemon Go en todo el mundo, que moviliza masas de gente a la caza de muñecos virtuales, ilustra a las claras el impacto de la técnica de la realidad aumentada.
Esta herramienta interactiva abre un abanico inmenso de posibilidades tanto a las empresas como a las marcas y a los profesionales de la comunicación, puesto que la realidad aumentada tiene aplicaciones en todos los ámbitos: desde el educativo al científico, el militar o el sanitario, al videojuego. Los retos son asimismo enormes ya que los contenidos han de adaptarse a las nuevas realidades, y tanto el lenguaje, como el estilo y el engagement de las organizaciones con sus públicos objetivos han de transformarse.
Hay que remozar los planes de comunicación tradicionales para aprovechar las nuevas líneas de negocio que se abren con esta tecnología. Es imprescindible invertir en la formación continua de los profesionales que trabajan en acciones de comunicación, marketing y publicidad. Las empresas deben mimar la interacción con los clientes, usuarios y colaboradores, ofreciéndoles respuestas inmediatas, o de lo contrario el vértigo de las redes sociales y la sobreinformación pueden opacar sus propuestas ante las de la competencia.
Tal y como expuso Silvia Leal, experta en liderazgo y transformación digital, en una reciente conferencia celebrada en la sede madrileña de ATREVIA, se espera que la realidad aumentada “traiga consigo unos 150.000 millones de dólares en el año 2020. Estamos hablando de una tecnología que multiplicará el negocio por 30 en los próximos cuatro años”.
Ni que decir tiene que en este mundo global, donde las decisiones se toman en tiempo real, las organizaciones no pueden perder el tren de esta tecnología. Una adecuada estrategia de comunicación es imprescindible para reforzar y/o mejorar la posición competitiva.