La comunicación está basada en mensajes, los mensajes llegan a los diferentes públicos a través de los diferentes canales, pero no todos los públicos son iguales, por lo que es necesario adaptar el contenido dependiendo de a quién te diriges en cada caso.
Esta reflexión no es nada nuevo, pero quería traerla a colación para abrir el debate y la participación de los lectores sobre la diferencia entre los mensajes o, mejor dicho, conceptos aspiracionales y los mensajes para los medios, que a veces no dan “más de un dolor de cabeza” a los consultores de comunicación.
Y es que los lo aspiracional están muy de moda, ¡y me encanta! Con estos conceptos es posible concentrar los valores de una compañía, su espíritu y su energía y permite dar una imagen etérea y de modernidad. Pero, claro, una vez que la marca los define, lo primero que hay que tener en cuenta es que estos de forma literal no son válidos para relacionarse con los medios, sino que es necesario hacer un ejercicio para “bajarlos a la tierra”, darles una forma terrenal y práctica. Y esto conlleva generar y crear mensajes informativos no aspiracionales, basados en lo que es novedoso y diferencia a una compañía.
Es decir, por bonitos que sean y por mucho que nos haya costado conceptualizarlos, es imprescindible tener en cuenta que estos mensajes forman parte de una esencia que se debe reflejar no solo en la imagen de la compañía sino en todo lo que esta hace, incluso en las notas de prensa, comunicados, tribunas, entrevistas… y todas las herramientas de comunicación con los medios que se nos puedan ocurrir, pero solo eso: reflejar. Por sí mismos, no son contenido de información; a no ser que estemos dirigiéndonos a medios especializados en marketing a los que les estemos contando el por qué de estos mensajes, si los hemos cambiado, por qué hemos evolucionado hacia ellos o, si se están utilizando en una campaña, por qué la dotan de sentido.
Los medios de comunicación, por tanto, lo que necesitan es que las marcas les hablen de innovación, pero real, no inventada o basada en humo, casos de éxito, tendencias de mercado, nuevas tecnologías, lanzamiento de productos, implicación de las tecnologías en la sociedad, las consecuencias, los que nos proporcionan… En fin, de eso otro que tiene más que ver con la vida real y con lo que a todos nos interesa que con una conceptualización, de una esencia, de un ADN o de una relación inconsciente con una marca, pero que no genera información objetiva y aprovechable para comunicarnos en este canal.
¿Estás de acuerdo? Tal vez no.