Aunque muchos nos digan que los personajes famosos son personas normales, con un trato cercano y todo lo demás… lo cierto es que no siempre es así. Si cualquiera de nosotros copia o retwittea un tuit no se formaría tanto revuelo como ha pasado con Fernando Tejero.
Eso es precisamente lo que sucede con el famoso actor. Se encuentra como Tema del momento (Trending Topic) en Twitter y cada vez se twittea más sobre el fallo de Fernando. Para los que no entiendan mucho de Twitter, como puede que le haya pasado a Fernando, la red social tiene un botón que se llama retwittear. Pulsado sobre él se publica en nuestro perfil la publicación que se quiera, como si la hubiera publicado el autor original. El fallo de Fernando, y el motivo de la polémica, es que no Retwitteo, si no que cortó y copió un chiste publicado por otro usuario (@LarrySion). No tuvo que pasar mucho tiempo hasta que la gente se dio cuenta. Por supuesto, han saltado chispas. El actor ha recibido insultos de los amigos o seguidores de la víctima del “plagio”. El más exaltado ha sido @Neil_YoungOne, el cual insultó al actor y recibirá una demanda de éste.
Este caso recuerda al de Alejandro Sanz o David Bisbal, personajes públicos que se hicieron famosos en Twitter de una forma desafortunada. Está claro que las redes sociales facilitan la comunicación con nuestro grupo de amigos, estén donde estén. Pero para los personajes famosos el funcionamiento es diferente, un perfil en Twitter les permite comunicarse con sus fans además de con su círculo de amigos. Cada declaración personal que hagan debe ser medida y calculada para no producir una reacción negativa. ¿Es justo que los famosos reciban aluviones de críticas cuando comenten un error? ¿Deberían tomarse más en serio sus perfiles sociales?