7:00 horas. Un dron luciérnaga se posa sobre mi oreja haciendo sonar una nueva vibrante melodía tecno. ¡Es hora de levantarse!
Mi robot, P.K., ya se ha desperezado. Ha puesto en marcha la ducha, y encara el pasillo para recordarme que, en cinco minutos, tendré preparado mi zumo natural número 3. Mientras el agua se desliza sobre mi cabeza, en la pared se proyectan las primeras noticias del día.
P.K. se ha encargado de calentar las toallas y de acercarme la ropa correspondiente al 4º día de la semana. Antes de salir, me recuerda que a las 20:00 horas tendrá la casa perfectamente ventilada y limpia, y habrá preparado el menú número 45 para toda la familia.
7:40 horas. Tomo el ascensor en dirección al garaje. Mi flamante coche autónomo espera. Hoy no iremos directamente a la oficina. Recogeremos en el aeropuerto al Dr. Ling, un afamado experto en IA que visita España para ofrecer una ponencia futurista.
7:45 horas. El coche me reconoce, abre sus puertas y, usando sus capacidades de telepatía digital, pone rumbo a la terminal 4 del aeropuerto.
En el trayecto, una pantalla flexible se despliega ante mis ojos para permitirme consultar distintas informaciones útiles para la gestión del día.
8:15 horas. Mi pequeño dron luciérnaga, que siempre me acompaña, sale del vehículo en busca de mi invitado. Pronto le localiza, y le conduce hasta el parking.
8:30 horas. Mr. Ling sube al coche, estrechamos nuestras manos y nos dirigimos al céntrico hotel en el que alojará. Mientras atravesamos la ciudad, Mr. Ling hace uso de su teléfono, un dispositivo con forma de anillo, mediante el cual se comunica con cualquier lugar del globo.
10:00 a 13:00 horas. Pasamos la mañana en la oficina, rodeados de pantallas que nos ofrecen datos vitales para la operativa diaria.
Mr. Ling con ayuda de un asistente robótico y sus gafas de realidad virtual prepara su discurso. Hablará sobre la capacidad de las máquinas para entender nuestros gestos y emociones. Parece que Mr. Ling ofrece señales de cansancio, además tiene hambre, detecta su asistente robótico. Le recomienda salir a comer y tomar un pequeño respiro.
18:00 horas. Mr. Ling ha descansado y se prepara para presentar su ponencia. Su asistente, le da las últimas pautas y pone a punto la presentación. ¡Nada puede fallar! Mr. Ling entra en escena y conquista al respetable con sus conocimientos sobre robótica, y las imágenes que consigue proyectar en el aire.
19:30 horas. La ponencia ha sido un éxito. Mr Ling agradece al público su interés y les emplaza a seguirle en su red social Ling-net.
20.00 horas. Para acabar el día nos espera una suculenta cena en casa. P.K. ha preparado un estofado de carne, que degustaremos en familia.