El panorama de los medios de comunicación en Latinoamérica está en ebullición con la aparición y crecimiento de relevantes medios regionales, que se suman a los medios locales de cada país. América Economía, Latin Finance, Mercados & Tendencias, Distintas Latitudes, Central America Data.com y un largo etcétera de cabeceras complementan y hasta compiten con la oferta comunicativa de medios globales como The Economist, El País, CNN o Wall Stret Journal, por citar solo algunos nombres de sobra conocidos.
El reto de todos ellos es hallar fórmulas para conectar con las audiencias, sobre todo con las nuevas generaciones, los millennials y también los jóvenes Z, que tienen nuevos hábitos y están obligando a los medios tradicionales a adaptarse, al tiempo que hacen surgir nuevos canales y nuevos formatos. Plataformas como la mexicana Pictoline o PlayGround son casos de éxito de medios de comunicación que han sabido conectar con estas nuevas generaciones utilizando el inmenso poderío de internet y de las redes sociales como herramientas para viralizar contenidos y crear opinión.
Pictoline es un medio de información visual que a través del diseño transforma noticias y datos en imágenes que distribuye a través de las redes sociales. En un solo año ha logrado 2,5 millones de seguidores en Facebook, 350.000 en Instagram y 200.000 en Twitter. Tiene un alcance semanal de 30 millones y un crecimiento orgánico del 100%. Por descontado, en esta aventura emprendida por los medios digitales con foco latino existen otros nombres propios, entre ellos Reddit, Vice o BuzzFeed.
Un ejemplo paradigmático del poder de los nuevos canales y formatos es el de YouTube, que ha roto barreras con su eclosión de influencia global. Con una audiencia del 58% en España (Marco General de Medios), es la plataforma estrella en Latinoamérica (YouTube 2017), siendo la región donde más crece. Brasil ocupa el segundo lugar en consumo mundial, después de Estados Unidos; México es el tercero; Colombia y Argentina figuran en el top 15.
Los nuevos públicos y canales conllevan nuevas narrativas y exigen personalizar los contenidos según el tipo de audiencia y de medio. Solo así conseguiremos llegar de forma efectiva a cada interlocutor. Pero no podemos olvidar que el contenido sigue siendo el centro de toda comunicación, contar historias que conecten con nuestros públicos. Y siempre, absolutamente siempre, tener en cuenta que la frontera es el idioma. Españoles y latinoamericanos contamos con la ventaja innegable de un idioma común, que se traduce en que la información relevante puede saltar de un país a otro del continente en cuestión de minutos. Por tanto, para comunicar en Latam, con Latam y desde Latam es preciso invertir tiempo y dedicación en la tarea de coordinación de equipos, de monitorización de issues globales y de detección de tendencias.