En el ecosistema actual, las organizaciones son un reflejo del mismo y sus necesidades en materia de comunicación son amplias y muy variadas. Desde la satisfacción, si no la superación, de las expectativas de sus clientes, pasando por la transmisión de la cultura corporativa a su propio talento y la consecución de su engagement como primeros embajadores de la marca, el diálogo con los medios informativos e influencers clave para el desarrollo de su actividad, hasta la interacción con el resto de sus stakeholders.
Muy lejos quedan ya los tiempos en los que la comunicación corporativa, unidireccional, se limitaba a la difusión de notas de prensa. En la Sociedad del Conocimiento, todo y todos comunicamos. La revolución de los contenidos, en la que la figura del prosumer tiene mucho que decir, así como la multiplicidad de canales y soportes, en las que estamos inmersos y nos permiten decidir cómo y cuándo consumir, determinan, y mucho, las estrategias de comunicación más adecuadas que deben diseñar e implementar las empresas.
En este contexto, destacan aquellas consultoras de comunicación capaces de entenderlas, hacerlas suyas, y apoyarles con soluciones globales que tengan la eficacia necesaria para alcanzar sus objetivos: comunicación interna y externa (off y on, integrados), posicionamiento y reputación (de marca y directivos), asuntos públicos, formación, gestión de eventos, servicios audiovisuales, gestión de situaciones de crisis, market access, etc.
En ellas, el reconocimiento de las características únicas que constituyen la variedad de perfiles, culturas, experiencias, capacidades, habilidades y perspectivas de su talento conforma su verdadera ventaja competitiva.
Estos equipos multidisciplinares potencian la creatividad e innovación del servicio que ofrecemos a nuestros clientes como miembros de su equipo, así como ese impulso que nos lleva a atrevernos a ir más allá de lo que manifiestan como necesidad en primera instancia.