Durante los meses transcurridos del año 2017 los profesionales de la comunicación hemos asistido a la eclosión del live streaming y el despuntar de la economía circular como tendencias globales, hemos seguido muy atentos al rol de los influencer externos como herramienta de marketing y hemos puesto más en valor a los influencer internos como excelentes embajadores de la propia marca. Con la llegada del paréntesis veraniego, la comunicación no descansa aunque sí parece que se toma un pequeño respiro.
La mayoría de las tendencias que han marcado la actualidad de los primeros meses de 2017 seguirán muy presentes en lo que resta de año, junto a otras de las que ya tenemos algunas pistas. Por ejemplo, empresas, marcas y profesionales profundizarán en la interacción entre redes sociales y e-commerce, ciberseguridad o gestión de la reputación. Se confirma la dilución de las fronteras entre la comunicación on y off así como la necesidad que tiene el sector del consumo de explorar fórmulas para que la compraventa mediante el móvil no arruine la operativa de los negocios más tradicionales.
La tecnología y la comunicación seguirán retroalimentándose, siempre al servicio de las personas, y cada vez nos sonarán menos exóticas algunas de las profesiones del futuro, como las de arquitecto de realidad virtual, científico de datos o diseñador de órganos artificiales. Los nuevos perfiles de los colaboradores, su diversidad geográfica y plurinacional y la convivencia de hasta cuatro generaciones en las empresas redoblarán el desafío para los departamentos de Gestión de Personas. El concepto de comunicación interna se ha quedado corto; ahora hay que hablar de Experiencia del Empleado, de atracción y fidelización del talento. Pasamos del Employer Branding al People Experience.
A la vuelta de verano y en 2018 continuaremos oyendo hablar –y mucho– de realidad virtual y aumentada, gamificación, drones, impresión 3-D, sostenibilidad digital, empresa 4.0., quinta revolución industrial… Pero también de la importancia de los valores, el engagement, la responsabilidad social y la rendición de cuentas, ya que las empresas hoy están más obligadas que nunca a retratarse, tienen techos y paredes de cristal y quien les marca el paso es la sociedad empoderada, que se sitúa en el centro.
Los gigantes de las redes sociales continúan investigando nuevos nichos de negocio, algunos vinculados a los contenidos efímeros imposibles de viralizar, un fenómeno al que las marcas comienzan a orientarse como girasoles en flor, sin dejar, por descontado, de trabajar en la optimización del marketing inbound.
En materia de comunicación publicitaria y PR, el reciente festival internacional de la publicidad Cannes Lions nos ha señalado varias tendencias punteras: el spot ha muerto… larga vida al PR film; las marcas viran desde la asepsia y la corrección política hacia el activismo; triunfan los mensajes gamberros y radicales; la autenticidad y la voz de marca se sitúan en el centro del relato; no son tiempos de razones sino de emociones; la tecnología es el gran aliado ya se trate de webs, plataformas o APPs.
Toda empresa o marca que quiera destacarse de la competencia y crear tendencia ha de reunir al menos tres requisitos: complicidad con sus públicos, reírse de sí misma y un punto de irreverencia. Y es que la comunicación de emociones, la escucha y la respuesta inmediata son, más que tendencias, exigencias. El cogollo mismo de la comunicación.